Una joven de 20 años murió ayer en Avilés al caer desde un quinto piso cuando se encontraba con su marido y con tres hijos que éste tuvo en una relación anterior. El hombre fue detenido por quebrantar una orden de alejamiento de la fallecida, de nacionalidad paraguaya. La Policía investiga si el arrestado pudo haber atacado a su esposa, aunque en el interior de la vivienda no se hallaron evidencias que confirmaran un episodio de violencia de género.
El suceso ocurrió poco después de las once la mañana. La Policía recibió una llamada en la que se informaba de que una mujer había caído desde una vivienda. Los agentes que se desplazaron hasta el lugar encontraron a la víctima en un patio de luces que hay dentro de los edificios, tendida en el suelo, aparentemente ya sin vida. El equipo médico de una UVI móvil sólo pudo certificar su fallecimiento.
Los agentes comprobaron que, en el momento de la caída de la joven, su marido, un hombre de 30 añosde nacionalidad española, se encontraba en el inmueble junto con sus tres hijos. El individuo aseguró a los funcionarios que él se encontraba hablando por teléfono con su ex esposa cuando su nueva pareja se precipitó por la ventana.
Recién casados
Los policías encargados del caso comprobaron que el hombre tenía una orden de alejamiento de la actual cónyuge, al parecer por presuntos malos tratos. La Policía le detuvo por quebrantar esa orden judicial y, al mismo tiempo, abrió una investigación para aclarar si podía haber provocado el accidente de forma intencionada. De momento, en la inspección que realizaron los agentes dentro del domicilio no encontraron señales de que se hubiera registrado una pelea.
El detenido, identificado como R. L. G., fue conducido a dependencias policiales y declarará hoy ante el juez de guardia, que también ha decidido interrogar a su ex mujer, de nacionalidad española, y a uno de los tres hijos de ambos. Ese menor, de corta edad, podría haber presenciado la caída de la víctima.
El arrestado y la joven paraguaya se habían casado recientemente en el país de ella. Sin embargo, nada más volver a España comenzaron los conflictos, según relataron algunas personas próximas a la pareja. Hace mes y medio trasladaron su residencia desde Gijón a la localidad de Avilés. Como el matrimonio llevaba muy poco tiempo en el barrio, los vecinos apenas les conocían.
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