16/06/2013 |
A falta de confirmación oficial de las investigaciones realizadas en
torno al hallazgo de los cadáveres de un matrimonio en el interior de
una vivienda de Pozoblanco, todo apunta hacia un caso claro de violencia
de género.
Se conocen más datos de una investigación, en la que siempre
barajó como primera posibilidad que el presunto homicida mató a su
esposa y, posteriormente se suicidó. Según fuentes cercanas a la
investigación, el arma que acabó con la vida de Remedios Bernías -una
mujer de 81 años- fue un hacha de leñador de gran cuchilla con la que
impactó en el cuello y en la cabeza de la víctima quien presentaba un
corte mortal en el cuello y dos en la cabeza.
La fallecida pudo ser
abordada por atrás y morir casi instantáneamente. El presunto homicida
no dejó tirada el arma blanca, sino que la subió para colocarla junto
con sus herramientas de talar que tenía en su casa. Fue por ello, según
pudo saber ayer El Día, que la Policía Judicial estuvo buscando durante
la inspección el arma que acabó con la vida de Remedios, que tenía
sangre de la víctima. Sangre que también estaba en las manos del
fallecido que murió después supuestamente por la ingesta de fármacos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario