- En el cuerpo calcinado de la mujer de 29 años se encontraron nueve heridas de arma blanca
MADRID, 13 (OTR/PRESS)
No puede ser detenido porque su estado de salud lo obliga a permanecer ingresado, sedado e intubado, en el Hospital de San Juan (Alicante). No obstante, la Guardia Civil custodia al marido de la mujer que falleció este martes en un incendio en la localidad alicantina de Mutxamel. En el cuerpo calcinado de Mireia Roma se encontraron nueve heridas de arma blanca, lo que convierte a este hombre de 46 años en sospechoso del crimen. La pareja estaba en trámites de separación, aunque convivía bajo el mismo techo y el Gobierno confirmó que la joven de 29 años no había presentado ninguna denuncia por malos tratos.
Encarna Linares, subdelegada del Ejecutivo en Alicante, confirmó este miércoles que éste es un caso de violencia de género. En el cuerpo calcinado de la joven de 29 años se encontraron nueve heridas de arma blanca, la causa de la muerte. El principal sospechoso es su marido, de 46 años, que se intoxicó con el fuego, por lo que está ingresado en el Hospital de San Juan, sedado e intubado. La Guardia Civil no puede arrestarlo, pero lo tiene bajo custodia.
La pareja vivía con sus hijos, uno de 5 años y otro de 1, en un domicilio situado en el número 12 de la calle Pau de la localidad alicantina. Estaban en trámites de separación, pero seguían compartiendo techo. A las 15.00 horas de este martes, se dio la alerta del incendio. Después de sofocarlo, la Benemérita encontró el cuerpo de la joven. Los pequeños no se encontraban en casa.
Ezequiel Romero, teniente coronel de este cuerpo, explicó que el sospechoso podría haber provocado el fuego, después de haber acabado con la vida de su esposa. Linares afirmó que no había denuncias previas por malos tratos: "Si se denuncia, se pueden poner en marcha todos los mecanismos de protección que existen. Si no, no se puede hacer nada". La subdelegada del Gobierno lamenta que la fallecida no alertase de la situación.
Mireia Roma es "la primera mujer asesinada, presuntamente, a manos de su marido este año en la provincia" (en referencia a Alicante). Lo afirmó la socialista, que denunció, "con todas las fuerzas y las energías", la violencia machista. "No se debe tolerar ni un maltrato, ni siquiera psicológico", agregó.
Hizo estas declaraciones después de una concentración de cinco minutos de silencio a las puertas de la Subdelegación del Gobierno en Alicante. También anunció que el número de denuncias aumentó un 14,6 por ciento en 2010, con respecto a 2009. Sin embargo, casos como éste demuestran que no es suficiente.
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